En La Puerta de Atrás entrevistamos a Gabriel Beck, actor y recientemente director en “Villa cariño”. Dialogamos con él sobre la obra, sobre sus orígenes en la actuación y su trayectoria. “Desde dirección puedo crear mundos más grandes, pero me exige estar atento a más cosas”, reflexiona.
Beck comenzó su relación con el teatro a los 16 años en el Teatro Ensamble de Banfield. Allí a tomó sus primeras clases antes de que pasara
a formar parte de la compañía. “Arranqué
estudiando, pero enseguida me fui
metiendo en grupos o compañías donde más allá de entrenar, armábamos cosas para
presentar”, recuerda.
Actualmente, desde principios de Junio, desarrolla su faceta
de director en “Villa cariño” en “Microteatro
Buenos Aires”, que se caracteriza por su breve duración, ya que cada obra
que allí se presenta dura alrededor de 15 minutos.
La puerta de atrás dialogó
con el actor sobre el rol de la dirección, “Villa cariño”, su presente actoral
y sus orígenes.
P-¿Cómo te sentís con
la faceta de director?. ¿Te permite ver otras cosas que desde la actuación no
veías?
R-Si bien las dos cosas están relacionadas al teatro, son roles muy diferentes. Desde dirección puedo crear mundos más
grandes, pero me exige estar atento
a más cosas, coordinar equipos de trabajo, tener más “responsabilidades”. En la actuación me relajo más. Me resulta
más fácil disfrutarlo.
R-En “Villa cariño” el público se va a encontrar con una
comedia, en donde una pareja espera su turno en un albergue transitorio y tiene
la “mala suerte” de sufrir un encuentro muy inesperado.
P-¿Cómo surgió la
idea de escribir la obra?
R-“Villa cariño” nace para ser presentada en “microteatro”, donde las obras duran aproximadamente 15 minutos y giran todas en torno a una misma temática. Me pareció divertido buscar una situación de mucha incomodidad y llevarla al extremo. Algo que esté tan fuera de lugar que sólo nos quede reírnos.
P-Paralelamente continúan con “El loco y la camisa”, ¿cómo es formar parte de una obra que lleva 14 temporadas?
R-En mi caso, formo parte de “El loco y la camisa” desde
2011 y aunque los años pasan, el
material sigue siendo muy actual. Con
mis compañeros y compañeras nos seguimos sorprendiendo de la vigencia que tiene
la obra. Disfruto mucho hacerla, no me aburro nunca.
P- ¿Qué sensaciones
te generó reencontrarte con el teatro presencial luego del parate por la
pandemia?
R- Lo virtual tiene
su lado tecnológico y moderno, pero vuelve a lo más analógico y rudimentario
cuando uno se ve apoyando el celular en cualquier lado o iluminándose con un
velador. Tuvo algo de juego, era
algo muy nuevo que te exigía probar cosas nuevas. Fue muy divertido y a la vez, necesario para estar conectado de
alguna manera con lo artístico. Y si bien estuvo bueno, tuvo su costado
interesante, hay algo de la
presencialidad que es irremplazable. Escuchar
al público reírse, mirar a los ojos a tus compañeros, es muy diferente y lo
extrañaba mucho. Además creo que nos
tocó vivir algo histórico, por un momento todos los teatros de todo el mundo
estuvieron cerrados. Eso no había pasado nunca.
P-¿Cómo y cuándo arrancaste
con la actuación?
R-Arranqué estudiando, pero enseguida me fui metiendo en grupos o compañías donde
más allá de entrenar, armábamos cosas para presentar. Tuve la suerte de encontrarme con gente con muchas ganas de hacer. A
los 16 años ya tomaba algunas clases en Banfield Teatro Ensamble, y después ya
formé parte de la compañía hasta la actualidad.
P-Con “Othelo”
tuvieron la posibilidad de actuar en el exterior, ¿cómo vivieron la experiencia
de presentarse fuera del país? ¿Cómo los recibió el público?
R- Con “Othelo” viajamos mucho. Es un espectáculo hermoso, muy divertido. Tuve la oportunidad de
viajar también con otras obras y la experiencia siempre es enriquecedora. Yo siempre al principio pienso que no me
van a entender nada, pero siempre me sorprendo. Participamos en festivales
donde había que hacer la obra subtitulada en vivo y así y todo termino
resultando. Son experiencias muy lindas.
P-¿Consideras en algún momento dar clases de teatro?
R-Si, me gustaría, pero más adelante. Alguna vez di clases,
disfruto mucho la parte de las muestras porque me gusta dirigir.
P-Durante la pandemia
tuviste la posibilidad de entrevistar en vivo a través de Instagram a varios
artistas, ¿cómo te sentiste en ese rol?
R-Eso fue algo completamente nuevo para mí, algo que nunca
me había imaginado hacer y me encantó. Me sentí muy cómodo. También tuve la
suerte de entrevistar a artistas muy copados. Fue muy divertido. Es algo que
seguro en algún momento retomaré.
“Villa cariño” cuenta con funciones de Miércoles y Sábados
en “Microteatro Buenos Aires” , ubicado en Serrano 1139, CABA.
Mauro Castro
LPDA-21/6/22
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