Jesús Méndez es
artista plástico y fileteador porteño, un arte que nació en la Ciudad de Buenos
Aires a fines del siglo XIX. “La gente de afuera lo valora un poco más, acá no
se tiene mucha noción de cómo es el proceso”, destaca en esta nota con “La
puerta de atrás”.
El Fileteado porteño nace en la ciudad
de Buenos Aires a fines del siglo
XIX, en medio de una transformación
del país y de una gran inmigración
europea. Los inmigrantes trajeron distintos elementos artísticos, que
combinados con las costumbres nacionales, dieron origen a un estilo propio.
El filete surge para embellecer los carros de tracción animal que transportaban alimentos, y luego pasó a la decoración de colectivos.
Las características del fileteado son: los colores vivos, una alta estilización en sus formas, los contrastes que generan una falsa sensación de volumen, la sobrecarga del espacio disponible, la recurrencia a la simetría, la conceptualización simbólica de elementos, la utilización de tipografías muy ornamentadas.
Jesús Méndez es fileteador porteño y artista plástico visual, actualmente
vive en Gerli, aunque nació en Florencio Varela y se crió en Berazategui. En "La puerta de atrás" nos pusimos en
contacto para conocer su trabajo, y su relación con el fileteado y con el arte.
“Cuándo era chico en los ratos libres lo único que
me distraía era dibujar. Nosotros somos ocho hermanos, yo soy el más chico, a
ninguno les gusta tanto el arte, por ahí si la música, pero fui el único, y no
hay algo que me haya marcado, me gustaba ver los dibujitos y los copiaba,
después en la secundaria dibujaba algunos personajes, algunos compañeros, pero
fue un poco más de grande, a los 18 o 20 que empecé a pintar”, recuerda.
Y agrega: “Cuando llegué a la Asociación de
Fileteadores aprendí con dos maestros, José Espinosa y Marcelo Sainz, es una asociación muy
linda, porque es diferente a otros ámbitos de la pintura, somos más compañeros,
ahora se amplió mucho y hay diferentes sectores de fileteadores, me sentí muy
familiarizado, y me pude estabilizar, porque si bien estudié Bellas Artes, yo
quería vivir de la pintura”.
P-¿Cómo nace tu relación con el arte?
R- Cuándo era
chico dibujaba mucho y copiaba muchos personajes, y recuerdo ser muy chico y
tener muchas ganas de tomar un taller de arte, pero las posibilidades
económicas y de tiempo en mi casa eran complicadas, y nunca lo pude hacer. En
un momento empecé a jugar al fútbol y deje de lado el arte, cada tanto dibujaba
algo , y más o menos a los 18 años
cuándo dejo de jugar al fútbol por una lesión me reencuentro con el abuelo de
mi mejor amigo, que fue pintor toda su vida, se llama Edgardo Flores, y le
comento que estaba transitando una lesión, que no sabía si iba a poder seguir
jugando al fútbol, y en ese tiempo que
estaba esperando para operarme había empezado a dibujar, y le dije sabes
que me acuerdo cuando yo tenía más o menos 9 años fui a tu casa y vi dibujada
una pintura tuya de un caballo y yo no paraba de mirarlo, y me preguntaste si
me gustaría aprender a dibujarlo y me trajo un papel y un lápiz y me dijo vamos
a hacer las figuras geométricas y después empezamos a unir los puntos y salió
el caballo. Siempre que quieras dibujar algo podes empezar a hacer figuras geométricas
para hacerlo. Y me preguntó si me gustaría tomar clases, me dijo opérate, y
cuando te recuperes venís a mi casa. Y cuando me recuperé me enseñó pintura de
bastidor, y distintas técnicas y fue él el que me incentivó para que empiece a
estudiar la carrera de Bellas Artes en Quilmes, y me dijo bueno hasta acá
llegamos, ya ahora podes empezar a estudiar en Bellas Artes. Lo veía de vez en
cuando, o me iba haciendo alguna corrección. Él fue letrista y pintor toda su
vida, y era letrista de los de antes, de la vieja escuela, pintaba en los
teatros, las marquesinas, trabajó para "Coca Cola", para "Sprite", en ese tiempo se
hacían todos los logotipos a mano, y él nunca me enseñó letras, y después con
el tiempo ya estudiando Bellas Artes, y me pidieron un fileteado porteño, que
no sabía cómo hacerlo y fui y lo hice igual, y de ahí me llamaron de otro lugar
para hacer letras, y dije tengo que aprender, y me acerqué a la Asociación de
Fileteadores que estaba en San Telmo, y ahí me enamoré de este arte. Hace unas semanas este hombre, que ya era
muy viejito cuándo me enseñaba, falleció, y el mes pasado me contactó su
familia, y me dijo que su nicho no estaba identificado, y terminé pintando su
bóveda en el cementerio, y su familia me terminó regalando sus pinceles, fue
algo re loco, mira las vueltas de la vida. Lo hice con mucho amor y respeto.
P- Más allá de tus clases con Edgardo, y los
conocimientos que te transmitió, ¿hubo alguien o algún hecho puntual que te
haya despertado el interés en la pintura?
R-No. Cuándo era chico en los ratos libres lo
único que me distraía era dibujar. Nosotros somos ocho hermanos, yo soy el más
chico, a ninguno les gusta tanto el arte, por ahí si la música, pero fui el
único, y no hay algo que me haya marcado, me gustaba ver los dibujitos y
los copiaba, después en la secundaria dibujaba algunos personajes, algunos
compañeros, y fue un poco más de grande, a los 18 o 20 que empecé. Y cuando
llegué a la Asociación de Fileteadores aprendí con dos maestros, José Espinosa
y Marcelo Sainz, es una asociación muy linda, porque es diferente a otros
ámbitos de la pintura, somos más compañeros, ahora se amplió mucho y hay
diferentes sectores de fileteadores, pero la comunidad viene de hacer un
trabajo bastante arduo estos años y me sentí muy familiarizado, y me pude
estabilizar, porque si bien estudié Bellas Artes, yo quería vivir de la
pintura. Bellas Artes estaba bueno, pero no profundizaba, veía muchas ramas
artísticas, y el filete lo que tiene que
está bueno es que te da una cierta estructura para poder organizarte porque hay
distintos pasos para poder lograrlo y vos sabes que terminas el trabajo,
después te puede gustar o no, pero haciendo un boceto, una transferencia,
pintándolo, después le agregas el barniz
y lo terminaste. A mí me pasaba que haciendo pintura en bastidores nunca
le podía dar un cierre.
P- Si tuvieses que explicar que es el Fileteado
para una persona que no conoce y no sabe de qué se trata, ¿cómo lo explicarías?
R-El filete es un arte pictórico, popular,
decorativo, y también es un oficio, tiene esa característica ya desde sus
inicios, ha sabido ser un oficio y el pan de cada día del laburante, si bien
tiene muchas características artísticas, también es un oficio. En términos personales, para mí es mi modo
de vida, es una elección, y me parece muy lindo como forma de vida.
P-¿Cuánto tiempo te puede llevar hacer un trabajo
de fileteado?
R-Es un trabajo muy detallista y depende
mucho lo que quiera el cliente, se pueden hacer cosas muy sencillas y se
pueden hacer cosas más complejas, hay
cosas que yo resuelvo más rápido, en un día dos días, y antes me llevaban
muchísimo tiempo, y lo veo ahora con mis alumnos, capaz que en dos horas de
taller pintan una flor, porque les cuesta mucho el manejo de pincel, comprender
la forma, la luz y la sombra. Y después uno como es un oficio al hacerlo tan
seguido encuentra practicidad y empieza a acortar también el camino. Además
varía si es algo simétrico uno tiene que hacerlo en un papel sí o sí, y es como
si fuese un tatuaje. La gente de afuera
lo valora un poco más, acá no se tiene mucha noción de cómo es el proceso, y le
parece muy caro y es un trabajo que lleva tiempo. El
fileteado es un arte de precisión. El trazo del pincel también debe ser muy
preciso.
P-Cuándo estás pintando, si te das cuenta que algo
de lo que estás pintando, no va o no te queda cómo esperabas, ¿cómo haces para
arreglarlo o mejorarlo?
R-Primero lo que sirve es hacer un buen
boceto, es estar seguro en el dibujo que hiciste, en el diseño principal,
pensarlo, poder modificarlo, borrarlo, asegurarte de que esté bien hecho. Se
pueden corregir cosas antes de darle el barnizado final, ya que el barniz tapa
las correcciones.
P-¿Qué fue lo más raro que te pidieron que pintes?
R-Pinté una
bóveda cómo conté antes, he pintado cuerpos también, tipo body painting en un evento de poesía, fue muy loco.
P-¿Cómo sigue tu año y que proyectos tenes para el
2026?
R-Estoy
metiéndole mucho a las clases, contento con este proceso de las clases, estamos
preparando una muestra de fin de año con los alumnos en el taller. Para el año
que viene pienso ampliar el tema de las clases, me gusta presencial mucho más
que virtual, me gusta el proceso de
estar compartiendo, se genera otro vínculo. En el taller de este año les
dije que se organicen para comprar los pinceles y las pinturas y se dio algo
muy copado porque de movida ya se empezaron a organizar entre ellos y se dio un
vínculo más profundo. Con el tema de la creación, tengo diferentes ideas, estoy
enganchado con el tema del tango, me estoy formando como bailarín, trato de vincular al tango con el filete,
son dos artes que van mucho de la mano.
Los martes trabajo en una milonga. Se
me ocurre también vincular la enseñanza del tango con el filete, porque tiene
mucho que ver el tema de las estructuras, tanto el tango como el filete tienen
una determinada estructura, y determinados pasos, que cumpliéndolos te organiza
mejor para lograrlo, y los dos tienen secuencias que se repiten. Por
ejemplo, en el tango para poder cambiar de dirección existe el pívot, con el
metatarso del pie, vos podes girarlo y hacer un “ocho” para adelante o para
atrás, y por ejemplo en la pintura para poder pintar usamos el dedo meñique, y
también lo usamos como un compás, y si te pones a pensar es cómo un pívot. Para
poder caminar la caminata va de adentro hacia afuera y son cómo pequeñas
pinceladas. Nosotros en el filete hacemos muchos círculos, utilizamos mucho la
figura geométrica, y la pareja de tango baila como dentro de un cilindro.
P-¿Tenes referentes artísticos dentro del
Fileteado o en general dentro de la pintura?
R-Dentro del
filete hay varios, mi maestro Marcelo Sainz, me parece muy exquisito, tiene una
sencillez muy linda dentro del filete, y los colores que usa, me inspira mucho
cómo trabaja y me da muchas ideas. Sergio Menasché también creo que es un gran
artista, que está haciendo un filete más contemporáneo, y lo mezcla un poco con
la pintura de bastidor y tiene buenos resultados. Y dentro del tango también
hay bailarines que me interesan, que me inspiran, cómo Gustavo Naveira, y
también hay muchos jóvenes también. Me inspiro de diferentes cosas de la
naturaleza, de la música, de películas.
P-¿Y cómo haces para traer esas cosas que te
inspiran al filete?
R-En el
movimiento de la naturaleza, en los colores, observo mucho las flores, las
combinaciones, y películas también, las escenas, los colores. Capaz en la película hay un bar antiguo y
copio algunas letras o imito el clima. Trato de buscar distintos tipos de
paletas para generar distintos ambientes.
Y ahora estoy muy loco de las formas, observo mucho las rejas, la
arquitectura. Siempre uno se va alimentando de todo.
Pueden encontrar
más información y conocer el trabajo de Jesús en su cuenta de Instagram: “jesusmendez.filetes”.
Mauro Castro
LPDA -12-10-25
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