Una habitación devenida en estudio de arte. Cuadros. Colgados y en atriles. Cuadros por todos lados. Pinceles. Muchos pinceles. Y tarros de pintura. Varios. Esa fue la tela del lienzo en la que nos recibió Alejandro Frangella, artista plástico, para realizar esta entrevista con La puerta de atrás.
“A los 19 años hacía ropa, empecé a pintar con aerógrafo, cuándo uno recién comienza, como todo trabajo, no podía vender una pintura, aparte estaba en crecimiento, y hacía ropa, pintaba ropa”, cuenta Frangella al inicio de la charla.
Música instrumental de fondo, una banqueta y un mate, probablemente ya no muy caliente, casi frío. Frangella inició su relación con el muralismo a los 23 años. “Toda mi vida estuve luchando con el arte. Difícil en este país, tuve la oportunidad de viajar por suerte, y me ha ido bien afuera. Se valora de otra manera”, reflexiona.
Alejandro terminó recientemente un mural en la Escuela Técnica 5 “2 de Abril” de Temperley
-que aún no se inauguró- sobre las Islas Malvinas en un proyecto que se
denomina “Malvinas nos une” impulsado
por las secretarías de Educación y Cultura del Municipio de Lomas, en el contexto del 40º aniversario de la
guerra. Ese fue el puntapié que
dio origen a esta nota. Aunque también
fue una excusa para conocer su pensamiento y su trayectoria.
“El artista vive más
de las caricias al alma y del aplauso, por decirlo de alguna manera, que de la
plata. Pintar es una necesidad interna, va más allá del dinero. Pero a mí
se me rompe un caño y no le digo mira que soy pintor, tengo que pagar eso “,
piensa en voz alta.
El arte urbano en nuestros días está presente en las calles que recorremos, en los paisajes cotidianos, en las fachadas de casas y edificios. En fin, en lo cotidiano. Frangella tiene su opinión al respecto: “ Hoy en día el mural es una moda. Acá en zona sur en los años ’90 se hicieron un montón de murales, pero lamentablemente han desaparecido el 80 por ciento o más, porque no hubo un plan de restauración, que es algo que siempre propuse. Los que fueron quedando fueron tapados, porque los volvieron a pintar o porque los graffitearon. El mural es parte de la gente, del Mundo y de lo que se vive y de la sociedad, entonces esos graffitis son parte de eso. En esa época había más de 200 murales en Lomas”.
P-¿Cuánto tiempo te lleva realizar un mural?
R-Es relativo, porque
depende del tamaño, del motivo que vas a hacer, siempre digo lo mismo, en
un cuadro 2x2 te puedo hacer un punto en el medio o puedo hacer un trabajo Renacentista,
el punto en el medio te lo hago en un segundo y con el cuadro Renacentista
puedo estar seis meses. El mural que pinté de Malvinas que mide 13
x 3,5 metros lo hice en 8 días de punta a punta. Y el que pinté en la Técnica 5 que es más chico estuve 10 días. El primero que tiene que quedar conforme en
un trabajo soy yo, sea una obra o un mural. Un mural normal, si trabajo
todos los días, en 15 días yo te hago un trabajo grande. Yo voy
con el boceto, que lo trabajo en el taller y por ahí estoy una semana con el
boceto. Primero está el trabajo de investigación antes del mural, después está
la parte del diseño y del boceto. A mí me gusta tener el boceto casi
armado, después lo traslado a escala por cuadrícula y lo paso. Tardo una semana
en hacer el boceto, pero después lo resuelvo más rápido. Si yo no tenía esto
armado, no tardo 10 días. En un mural siempre voy con algo armado.
P-En tus pinturas se puede ver mucho la utilización de figuras geométricas, ¿cuál es el motivo?
R-Antes de estudiar artes visuales, estudié diseño gráfico,
y en esa época no se usaban computadoras, era muy planimétrico el diseño. Yo
creo que viene de ahí. Y hay una parte que está en el interior de uno de como
representa. Soy un tipo ordenado. La
libertad la tengo para crear, pero después en otros aspectos de la vida soy más
ordenado, más estructurado y es lo que me equilibra. Es una manera de representar planimétricamente. Me han preguntado
que estilo tenía, si era cubista, muchos
asocian la geometría al cubismo, que tiene geometría, pero el cubismo no
tenía perspectiva, Picasso decía yo pinto lo que sé, no lo que veo. Yo trabajo mucho con la imaginación. Cuándo
me preguntan que soy, digo geométrico-figurativo, que también se puede
denominar figuración geométrica, porque la geometría también tiene abstracción,
para mí es muy lúdico trabajar, armar bloquecitos e ir armando una historia.
Siempre creo una historia. Quiero decir algo de amor y creo una historia de un
barco con una mujer y que viene otro barquito a rescatarla. Es como escribir
una historia. En gran parte de mi obra trabajo mucho con barcos. Mi
bisabuela vivía frente al puerto en La Boca, después vivió en Mar del Plata. Mi
segundo nombre es Ernesto, que era el nombre de un tío que era pescador y murió
ahogado en una tormenta grande que hubo en Mar del Plata en el año 46. En los barcos pongo lo que quiero decir, lo
que quiero decir lo subo a un barco. Tengo una serie muy grande de barcos. Yo asemejo los barcos a lo que es la vida,
a lo humano, porque el barco navega, nosotros caminamos, transitamos algo, el
barco transita tormentas, el barco envejece, queda encallado.
P-¿Hubo alguien o
algún hecho puntual que te haya motivado a pintar?
R-Mis primeras imágenes son de La Boca. Quinquela Martín me marcó, porque mi abuela me llevaba al museo. Yo no te puedo decir que de chico un
día entré al museo y dije voy a ser pintor. Estuvo en mí seguro. Si tengo que
decir alguien que quizás me pudo haber marcado, quizás inconscientemente es ese
lugar, La Boca y Quinquela Martín. En la adolescencia empecé a dibujar solo.
Dibujaba y después solo decidí estudiar artes visuales. Mis padres al principio mucho no me apoyaron. No entendían bien que era lo que iba a
estudiar. Después con las exposiciones estuvieron orgullosos, se dieron
cuenta. Para mi viejo una carrera era estudiar para abogado, médico, nada con
el arte, nada de pintura. No había
conocido esa vida, o quizás sabía que era algo muy difícil. Yo siempre
estudié para poder tener un crecimiento, un aprendizaje, pero tenía en claro
que no quería dar clase en las escuelas, no quería ser docente. Quería vivir de lo que hacía, de la
pintura. No quería dar clase, porque decía que estaba todo el tiempo pintando,
decía que no tenía tiempo. Y me estaba
yendo bien, había metido alguna galería. Hoy
me siento muy independiente, yo me expreso con el estilo que quiero yo y de la
manera que yo siento.
P-¿Cuáles son tus
referentes artísticos?
R-Siempre me fueron atrapando los movimientos que eran desde
la geometría como el Futurismo, el Cubismo, el Contructivismo Ruso, que era más sistémico, siempre me atrapó la parte planimétrica
pero nunca fui fanático de nadie. Me pasa hasta con la música, me encanta
la música, me gusta Spinetta, me gusta el Jazz, te puedo decir un montón, cada
uno te va dejando algo. Cuando empecé a pintar me gustaba Dalí, pero me gustaba la idea, no porque pintaba figurativo, sino
las ideas, los sueños. Mi primer cuadro geométrico es del ’93.
Hace 29 años que pinto geométrico, y no cambié más. En una época pintaba muy vertical, en los
’90, uno se mama de lo que vive, se empezó a enjaular la ciudad, empezaron a
enrejar por la inseguridad, mis cuadros empezaron a ser muy verticales pero
eran porque veía rejas, de hecho tengo un cuadro grande que se llama “Nuestro
barrio” y está todo enjaulado, hasta un pajarito volando tiene una jaula. A la
geometría siempre le fui dando vueltas, pero me siento cómodo ahí, es donde yo
me represento porque siento parte de mi interior así, geométrico. Y otra cosa,
no nos olvidemos que todo lo que nos rodea es geometría. La naturaleza es geométrica y armónica. Me
gusta mucho la música. Me gusta trabajar
mucho con la creatividad. Es como un músculo. Cuándo uno más trabaja la cabeza
y la creatividad, más se agranda. Para saber destruir hay que saber construir,
si vos querés deformar un rostro, primero tenés que saber cómo es, para poder
destruirlo.
Por último, y en referencia a los tiempos que corren, de imágenes y redes sociales, Alejandro piensa: “También hay mucha porquería dando vueltas, en las redes sociales hay mucho chamuyo, mucha imagen que no sé si es verdad. Antes era todo un poquito más real, no había una fotito. Pero también tengo amigos que me dicen que si no entras en el juego te quedas afuera. Siempre estuve medio aparte de todo eso”.
Pueden conocer las obras de Alejandro en su página de internet: www.alejandrofrangella.com.ar o en su cuenta de Instagram: alejandro_frangella. Allí van a poder encontrar de forma detallada su biografía y algunos acontecimientos que se mencionan en esta entrevista.
Mauro Castro
LPDA – 5/8/22
Comentarios
Publicar un comentario